Los campos de conocimiento en la formación docente

Albergar, interpretar y poner en acto las políticas curriculares en las instituciones

Resumen de la Ponencia:

INTRODUCCIÓN

Este escrito pretende problematizar la posibilidad de existencia de un diseño organizacional en los institutos de formación docente capaz de albergar, interpretar y poner en acto las políticas públicas vinculadas a la articulación de los campos de formación con el fin de organizar las prácticas y el conjunto de experiencias institucionales. Si bien son múltiples las líneas de indagación que darían cuenta de la brecha entre lo que la normativa prescribe y el grado de concreción institucional, más allá de la singularidad de cada contexto,  nos permitimos pensar, como una de las alternativas a interrogar, las formas de concebir la organización institucional. 

 

Los diseños curriculares para la formación docente de la Provincia de Buenos Aires prescriben la articulación de los campos de conocimiento y el contexto:  el Taller integrador interdisciplinario (TAIN), en el caso de los profesorados de Educación Inicial y Educación Primaria; también, el Campo de la práctica docente (CPD), entendido como eje transversal de la formación en todos los profesorados y, la conformación de  Equipos institucionales que contemplan los nuevos Diseños curriculares (DDCC) para la formación de profesores del nivel secundario. Estas tres formas prescriptas abren interrogantes respecto de la identidad que asume el trabajo con las horas institucionales, es decir, interrumpen la inercia de un modo de organización que, tradicionalmente, se da de manera compartimentalizada. El interés surge a partir de apreciar, desde los equipos de conducción de los Institutos de Formación Docente (ISFD), que aquello que propician las prescripciones curriculares no  siempre se configura en acciones articuladas que redunden en experiencias potentes para la formación. Por ello, creemos que cobra vitalidad reflexionar acerca de cómo se resuelve la distancia entre  lo prescripto y la realidad desde un diseño organizacional.

 

En el cotidiano institucional, las experiencias que se registran habitualmente se manifiestan como iniciativas individuales o como decisiones de pequeños grupos desligadas del colectivo institucional. Incluso, cuando se construyen acuerdos entre docentes, la articulación o colaboración que se propone tiene como lugar de realización un espacio fuera del aula que “deja en gran medida intactas las concepciones y el control de los profesores sobre su propia práctica” (Hargreaves, A., 2018, p.213). Como resultado, las experiencias que se producen, en muchos casos son  concebidas como decisiones particulares por fuera de un proyecto común y sin vinculación con los saberes construidos a lo largo de la historia institucional. Las experiencias que no exigen una interdependencia mayor entre los docentes y una adaptación mutua en sus prácticas, debilitan el profundo debate pedagógico que la cotidianeidad de la tarea propone. 

 

Los campos de conocimiento en la formación docente

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