El juego como estrategia de formación docente en el ingreso universitario

Este trabajo se enmarca en el Eje 2. Específicamente en las prácticas docentes como espacio de
formación, de construcción de las identidades profesionales y de reflexión del conocimiento pedagógico.
Es un relato de experiencia acerca de la construcción y conformación de un equipo docente del
aŕea de matemática, para recibir a estudiantes que ingresan a la Universidad Nacional de Moreno
(UNM), desde el Taller de Resolución de Problemas (TRP) del Curso de Orientación y Preparación
Universitaria (COPRUN) hasta las primeras matemáticas de carreras de grado.
Se parte del supuesto de que la transición desde la secundaria hacia la universidad no se agota en un
curso de ingreso, sino que se trata de un proceso que abarca también los primeros cuatrimestres de las
carreras de grado. Las variables que en esa etapa se movilicen tendrán incidencia en la permanencia
de los estudiantes. El modelo de enseñanza y aprendizaje y el plantel del profesorado funcionan
como espacios de selectividad permanente a lo largo de las carreras (Parrino, 2014). Pensando en
esa dirección, hay una intención puesta en construir una continuidad del equipo docente entre el
TRP-COPRUN y las materias básicas del área de matemática que luego cursarán los estudiantes.
El TRP está planteado desde sus orígenes como una propuesta más centrada en los quehaceres
matemáticos (Michailuk y Nicodemo, 2015) y la práctica misma de resolver problemas, que en los
contenidos matemáticos, los cuales van cambiando con el tiempo, adecuándose a distintas modalidades
que va tomando el taller: de distinta duración, presencial, virtual o semi-presencial.
A diferencia de otros cursos de matemática, el TRP no evalúa la eficiencia con que los estudiantes
resuelven los problemas, sino los recursos que movilizan, los intentos de resolución que proponen y
la manera en que comunican sus logros y sus propias dudas. Enseñarles a desplegar esta práctica es
una de las tareas más difíciles del TRP, porque los estudiantes provienen en su mayoría de años de
escolaridad en los que se les ha enseñado el valor de la respuesta correcta por encima del valor de la
argumentación.
Al igual que los estudiantes, los docentes también deben realizar una reflexión profunda acerca
de sus prácticas para que las mismas se adecúen a esta modalidad que el TRP propone: alentar la
participación, construir la confianza (Mateos et al., 2021)(Cornu, 1999), habilitar la duda, el error y
la pregunta y aprender a valorar los progresos mediante una lectura fina de las producciones de los
estudiantes, lo que supone un desafío mayor al de discriminar lo correcto de lo incorrecto.
Este trabajo pretende relatar y compartir algunos de los recursos con los que, desde la coordinación, trabajamos con los docentes para habilitar esta reflexión y darle lugar de manera permanente.