Cuando se trata de estudiar determinadas prácticas educativas las representaciones sociales de los estudiantes se presentan como otro eje fundamental de análisis.
Las representaciones sociales son un concepto intermedio entre lo psicológico y lo social y “…Concierne a la manera como los sujetos aprehendemos los acontecimientos de la vida diaria, las características de nuestro medio ambiente, las informaciones que en él circulan…” (Jodelet, 1986) de modo que detrás de las prácticas sociales que observamos a diario, aparecen estas formas de conocimiento habitualmente reconocidas como conocimiento del sentido común o pensamiento natural por oposición al pensamiento científico.
También se reconocen en los discursos, detrás de las relaciones de poder que se organizan entre sus actores, en las formas en que éstos se desenvuelven, en los comportamientos, aunque los sujetos no siempre puedan explicar o dar cuenta de ello.
Surgen, además, en las conversaciones, en los medios de comunicación y en otros objetos de construcción social sobre todo cuando refieren a fenómenos que ejercen algún tipo de relevancia, ya sea por su desconocimiento o por el impacto subjetivo que se genera entre los sujetos. Las instituciones educativas en general y la universidad en particular se estructuran por los sentidos tanto implícitos como explícitos que los propios
actores construyen, con respecto a los conceptos de: “aprender”, “enseñar”, “los contenidos”, “los recursos”, “la modalidad”.
Ahora bien, cuando los estudiantes se insertan en la modalidad a distancia enfrentan el desafío de adaptarse a un entorno que demanda el ejercicio de ciertas competencias y habilidades asociadas a diferentes representaciones, producto de una construcción gradual y progresiva en el transcurso de su formación. Esto que es parte de sus procesos de aprendizaje, impactará de manera diferente en dichos procesos y experiencias como estudiante dentro de esta modalidad.
Una de estas competencias y habilidades más exigidas es la de trabajo en equipo, y en particular, el trabajo colaborativo, dado que la conformación de equipos de trabajo constituye una de las apuestas didácticas más habituales en el ámbito universitario, tanto en la modalidad presencial como a distancia.
De esta manera en el año 2019 surge como iniciativa del Ciclo de Lic en Tecnologías para la Educación de la Universidad Nacional de Lanús, la investigación que tiene por nombre Las representaciones que los ingresantes del Ciclo de Licenciatura en Tecnologías Digitales para la Educación tienen sobre los ambientes colaborativos de enseñanza como parte de los estudios a distancia. Quienes participaron de esta investigación son la directora de la carrera, una docente de la misma, una especialista en metodología de la investigación que es docente de la Universidad y, quienes son objeto de la investigación los y las estudiantes de dicho ciclo.
