Formación docente, inclusión, integración, DDHH y género

“Incluir para formar, formar para Incluir: El curso de Ingreso en el ISFDyT 209 Ceferino Namuncura

Resumen de la Ponencia:

En el contexto de discusiones sobre la formación docente, la implementación de nuevos diseños curriculares en algunas carreras, y la evaluación de los existentes en otras, de una década de políticas activas de inclusión, sobre todo en el nivel superior no universitario a partir de la Ley Nacional de Educación, en el marco de procesos institucionales que fueron modificando y ampliando nuestra matricula, y multiplicando los desafíos  para poder recibirla, es que ponemos  a su consideración, nuestro formato de curso de ingreso. Hace ya algunos años hemos escrito sobre el mismo ingreso  (Canabal, Valenzuela y Ramírez, 2016), pero a la luz de los cambios globales, glocales e institucionales es necesario una nueva relectura a partir de cambios en el propio dispositivo.

Entendemos como punto de partida, tal como señala Ferry (1993) que la formación en si no es meramente el conjunto dispositivos propuestos, ni tampoco la estructura de la enseñanza que estos dispositivos conforman, sino el proceso más amplio y mucho más personal, que se da en los individuos y el dialogo con los procesos que vivencian no solo en dentro de la formalidad de los marcos institucionales sino a lo largo de su vida.

La inclusión es un concepto teórico de la pedagogía que hace referencia al modo en que la escuela debe dar respuesta a la diversidad. Podríamos generalizar esta definición considerando que la repuesta esperada puede, y debe, estar ligada a cualquier nivel.  En nuestro caso abogamos por buscar respuestas a la diversidad en nuestros profesorados. En dos instancias; el ingreso y la cursada.

Particularmente hoy esta noción esta clave para entender todos los dispositivos pedagógicos actuales, aunque es conveniente considerar que a veces  como señala Ezcurra (2011), que se dan proceso de “inclusión excluyente”, procesos como señala la autora y cita (Benvegnu y otros, 2021) son de un ingreso amplio, pero sin posibilidad de éxito ninguna.

Un alto porcentaje de alumnos es proveniente de familias de bajos recursos, y en muchos casos, son ellos primera generación, que logran alcanzar el nivel de Educación Superior, resulta necesario generar un tiempo para que el estudiante, pueda empezar a apropiarse de algunas ideas y experiencias, en un marco de compromiso institucional y de participación no solo de docentes sino de estudiantes de nuestras propias carreras.

Con el correr del tiempo, y la sucesión de procesos de ingreso, empezamos a darnos cuenta de que la pretendida inclusión tenía algunos baches en lo que se refiere a la continuidad de las trayectorias académicas. Eran muchos los aspirantes que pugnaban por tener su lugar en nuestras aulas, y la identidad inclusiva hacía que el ingreso irrestricto se trasformara en un bumerang. Con el agravante de que, además de que muchos estudiantes quedaran en el camino, salían del sistema sin que pudiéramos darles algún tipo de orientación.

A esta mirara en el 2021 le sumamos ideas que nos ha aportado la normativa reciente, y las cuales claramente compartirnos, al entender que el ingreso a la educación superior no es “un momento determinado, sino un proceso complejo que se inicia mucho antes de llegar al instituto y se extiende más allá de los primeros tiempo de la vida académica”. (Benvegnu y otros, 2021)

En esta ponencia intentaremos reconstruir estas ideas y darles forma academica para seguir pensando, escribiendo y sobre todo actuando en nuestras instituciones.

Formación docente, inclusión, integración, DDHH y género

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